martes, 13 de diciembre de 2011

La otra vida de Teddy Bautista



Teddy Bautista es seguramente una de las personas sobre las que más se ha escrito -sobre todo mal- en este país en los últimos años. A lo largo de estos años se ha convertido en un personaje muy (im) popular como directivo (en realidad ex-directivo) de la SGAE, y en sus últimos años amo y señor de la sociedad de autores. Lo que vamos a ver en el post de hoy es que el hecho de que Teddy nos haya salido tan rancio no es culpa suya, es más una cuestión de que "el mundo le hizo así", como dice la canción.

Hay que decir que antes del Teddy que todos hemos conocido existió un Teddy artista. Sin llegar decir que fue un genio me atrevo a decir que fue realmente polifacético, como veremos a continuación. También un tipo perfeccionista, con muy mal humor, ambicioso, prepotente y con afán de trascender. Doy fe de que esto último lo ha conseguido. Poca gente recuerda que antes del tirano existió una persona y un músico. Os cuento.


Nacido en las Islas Canarias en 1943, para ser exacto en Las Palmas. Así que no es casualidad que su primer grupo se llamase Los Canarios, que más o menos pervivió de 1964 a 1974. En aquella época ya apuntaba maneras. Después de entrar en el grupo, se acabó haciendo con el mando de la banda e hizo y deshizo en ella a su antojo. En sus comienzos se dedicaron a la música soul, produciendo su mayor éxito "Get on your knees":


http://www.youtube.com/watch?v=s8V4AsmH8Kg


Si Teddy estuviese ahí me haría pagar por este link...Bien, el título de la canción ya nos da una señal de lo que iba a venir años después.

Teddy se fue a la mili y a su vuelta en 1970 se dio cuenta de que el grupo no iba a ninguna parte, y se vio obligado a hacer algunos cambios: un teclista por aquí, un cantante por allá, el estilo que no me gusta...y vamos a tocar menos soul y más jazz. Él no quería, de verdad, pero no le quedó más remedio que el barco se hundía. Cuando uno está predestinado, está predestinado.


Otro video los canarios

http://www.youtube.com/watch?v=F44lUoOoAj0

La cosa no acabó ahí. En 1974 le dió otra vuelta de tuerca al grupo. En aquellos días el grupo estaba prácticamente disuelto, pero le debió gustar mucho la adaptación de Pictures At An Exhibition de Mussorgky (que es un peñazo, por cierto) y que el año anterior habían grabado Emerson, Lake and Palmer en formato de rock sinfónico. Y Teddy decidió hacer la suya. La banda, totalmente remozada grabó Ciclos, una revisión en plan rock de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, que por cierto es uno de los discos de rock español mejor reputados fuera de España. 

El esfuerzo supremo debió dejarle agotado, porque Los Canarios desapareció definitivamente después de Ciclos Teddy se aburría y tenía que dedicarse a otra cosa. Él no quería, pero Los Canarios ya no daban más de sí ¡Es que no conseguían satisfacer sus necesidades!

El Verano, visto por Los Canarios:
Su siguiente paso fue el musical Jesucristo Superstar. Sí, aquel en el que Camilo Sesto hacía tenía el papel estelar. Bueno, no os lo vais a creer cuando os diga qué papel hizo en el musical: Judas. El musical se estrenó en 1975. Bueno, para que no se diga que voy a por él, las crónicas comentan que hizo un gran trabajo con otras tareas, orquestación, coros...pero quedaba claro que sus tendencias dictatoriales ya salían a la luz. Quién se iba a ocupar de todo si no era él. Si es que los demás eran muy torpes. 

También participó en el musical Annie, y a partir de aquí se fue apartando progresivamente de su carrera de músico. Ese mundo ya se le había quedado pequeño. Realizó algunas producciones de otros grupos como Leño, Luis Eduardo Aute o Antonio Vega. Más o menos al mismo tiempo, en 1977, se incorporó a la SGAE en 1977, en 1982 se convirtió en vicepresidente y en 1995 ya se hizo amo del calabozo. Y hasta aquí puedo leer. Todo lo demás ya lo sabéis y tiene bastante poco que ver con su juventud como músico. Pero vamos que nunca tuvo bastante, ni cuando llegó a la SGAE.


Yo sigo intentando hacerme con el disco Ciclos en eBay...

jueves, 22 de septiembre de 2011

Francisco Tárrega y la melodía de Nokia

Hace unos días apareció en la red la noticia de que Nokia por fin iba a cambiar su famoso tono de los móviles (también conocido como las 13 notas de Nokia), y para ello han puesto en marcha un concurso donde se elegirá la nueva "música más oída del mundo". Como nota, la noticia explicaba que el antiguo tono era un fragmento de una pieza de un compositor español: el Gran Vals, de Francisco Tárrega. La composición es originalmente para guitarra como el 99% de lo que compuso Tárrega. En seguida reconoceréis el soniquete:

http://www.youtube.com/watch?v=93_n5MID3A8

Lo primero que me viene a la cabeza es pensar cómo Nokia son unos zorretes y escogieron una melodía por la que no iban a tener que pagar derechos de autor. Esto esta claro, pero por el juego de fechas parece hecho a propósito. La ley española marca desde 1879 que el periodo de vigencia del derecho del autor sobre su obra son 80 años a partir de la muerte del mismo. Tárrega murió en 1909, por lo tanto los derechos fueron válidos hasta 1989. La familia del autor se debe estar tirando de los pelos todavía, ya que se calcula que unos 1.000 millones de móviles se han vendido en el mundo con el tono de su vals. He leído (no contrastado) que Nokia hubiera tenido que pagar a la familia 8 céntimos por cada móvil vendido. Madre mía, eso sí que hubiera sido una lotería.

No hay muchas cosas en el mundo de la música clásica donde los españoles podamos considerarnos pioneros y creadores, pero el caso de la guitarra es una excepción. Hay una serie de músicos españoles que consiguieron a través del tiempo (siglos XVIII y XIX) sacar la guitarra de las calles y dignificarla hasta convertirla en un instrumento de concierto por derecho propio. Fernando Sor y Dionisio Aguado en el XVIII, Francisco Tárrega en el XIX y especialmente Andrés Segovia y también Narciso Yepes en el XX forman el hilo principal (sí, hay otros) que consiguió el cambio de percepción sobre nuestra guitarra.

Y llegados aquí vamos a aprovechar y hablar un poco de nuestro héroe de hoy. Se ve que para algunas familias las cosas no cambian a lo largo del tiempo, ya que dudo de que la actual familia de Tárrega se haya forrado con su música mientras podían cobrar derechos. Nació en Villareal en 1852, en el seno de una familia humilde, como no podía ser de otra forma en la España del XIX, donde la clase media apenas estaba apareciendo. Tuvo un accidente siendo niño, cayó a una acequia y después de una larga recuperación su vista quedó dañada permanentemente, lo cual no le imposibilitó para desarrollar su talento musical. 
Por suerte para él a pesar de ser humildes, su padre estaba comprometido con sus estudios musicales, aunque el padre y el hijo tenían visiones algo diferentes. El padre quería que aprendiese solfeo y piano, y el hijo se escapaba periódicamente de casa para poder irse a tocar con los gitanos y en la calle, y también sacarse unas perras. Al principio ganó el hijo, que periódicamente se escapaba de casa. Anduvo por Barcelona, Valencia y Sevilla. Después se ve que le llegó el sentido común y gracias a la ayuda de una mecenas, con 22 años se fue al Real Conservatorio en Madrid (¡pasó por el aro!).

Pensad que la guitarra no era un instrumento de concierto aun y ni siquiera estaba bien vista. La guitarra era el instrumento del pueblo, de los gitanos. Además en aquel tiempo su fabricación era mucho peor que las de ahora y su sonoridad no era muy allá, y esto se convertía en otro punto en contra. De todas formas, tal era la capacidad e ilusión de Tárrega que una vez en el conservatorio convenció a la dirección para realizar un concierto, a lo cuál accedieron sin demasiado interés. Tras un concierto, el director del conservatorio, Emilio Arrieta, le recomendó que no dejase nunca la guitarra por el piano, porque no se podían imaginar que se pudiese tocar la guitarra con ese grado de excelencia.
Después de concluir sus estudios varias giras por España, Francia e incluso Inglaterra, aunque finalmente se estableció en Barcelona, donde el ambiente musical era más vivo que en Madrid, y allí vivió hasta 1909, año de su muerte. 
Os dejo con dos de sus piezas: 
- la más famosa, Recuerdos de la Alhambra, comentada por uno de los más grandes guitarristas contemporaneos: John Williams.
- La Gran Jota aragonesa, que es impresionante entre otras cosas por cómo se las apaña para imitar el sonido de otros instrumentos. A partir de 1:20 tiene algo que pone los pelos de punta, no sabría explicar...


martes, 30 de agosto de 2011

Phil Spector y los Petersellers

Si conocéis a Los Petersellers (si no, debéis oír su disco Contra la Amenaza del Dr. Thedio), tal vez hayáis oído un tema suyo de homenaje a Los Ramones. En la letra de la canción dice que "pero en un par de ocasiones les produjo Phil Spector". Phil Spector, ¿y quién es ese señor? El caso es que ese nombre aparece de vez en cuando en las hemerotecas musicales, pero a mi nunca me ha quedado claro de todo cuáles han sido sus méritos.

Casualmente, el otro día pasaron por La 2 una entrevista con él bastante...curiosa. Es difícil juzgarle por lo que allí decía. A mi me ha quedado la imagen de un megalómano neurótico, tal vez una mezcla de senectud y su propio carácter original. Se pasó media entrevista diciendo que todo lo que hace el resto del mundo musical le da igual y/o es una mierda, para a continuación pasarse media hora hablando de como les arreglo el disco a éste o al otro.

¿Y cuáles fueron sus méritos? Pues hay un poco de todo.

Técnicamente, a principio de los 60 inventó un tipo de producción donde se superponían capas y capas de instrumentos de todo tipo, nunca grabados todos a la vez, sino por partes. Esto creaba de sensación de volumen y densidad en la música. En la época en la que él comenzó a hacer esto el proceso de grabación de los discos era muy rudimentario. Se grababan casi en directo. Cada músico tocaba su parte y ya. Si había que repetir algo, se repetía la parte del que había quedado mal o repetían todos, pero no era un proceso muy sofisticado. Además, la tecnología en aquella época aun no estaba lista para tanta pirueta (¡si los discos eran en mono todavía!), pero es verdad que durante los 60 y en parte por culpa suya cambiaron mucho las cosas. Sin ir más lejos, los Beach Boys enseguida se acogieron a esta forma de grabar discos.

Desde el punto de vista músical, pues depende de cómo se mire. El hombre prefería los singles a los discos, eso está claro. Durante los 60 las únicas cosas notables que hizo fueron singles, de los cuales por cierto he leído la lista y yo no conozco ninguno, será ignorancia mía. Supongo que se movía con cierta soltura por las listas de éxitos de Estados Unidos y menos por Europa, mucho menos por nuestra Españaza de la autarquía.

Ya entrando en los 70 parece que se espabiló un poco y produjo el disco Let It Be de los Beatles, con opiniones dispares. De allí salió muy amiguete de George Harrison y de John Lennon, al que seguiría ayudando con sus discos hasta su muerte diez años después. Sin embargo, Paul McCartney, salió maldiciendo el resultado final de Let It Be, diciendo que si se había hecho a sus espaldas, que si no se le había consultado y bla bla bla... Yo también lo entiendo. El bueno de Paul llevaba haciendo y deshaciendo a su gusto en el grupo con George Martin, el productor de The Beatles de toda la vida, y claro, no le molaba que le colocaran a alguien que le pisara el terreno. Tanto fue así que años después, ya en 2003 sacó un Let It Be...Naked (desnudo), sin todos esos arreglos barrocos de Spector.

Phil siguió colaborando con Lennon y así llegaron a Imagine, que también le produjo. Como muestra un botón: cuando Lennon murió Spector andaba por Nueva York también. Y en ese mismo año 1980, produjo el archifamoso End Of The Century de Ramones, que es lo que me ha traído a esta historia. Así que, Petersellers no os columpiéis, sólo les produjo un disco a Los Ramones, eso sí, el más famoso.

De ahí en adelante nada que reseñar. Bueno, sí, que en 2003 disparó a una amiga suya en su casa y ahora está en la cárcel por asesinato, pero vamos...detalles sin importancia.

martes, 17 de mayo de 2011

Sweet Home Chicago

Estoy un poco desenganchado con el blog, lo sé, pero entre unas cosas y otras, y que realmente no me venía nada que me pareciese interesante a la cabeza no me decidía a empezar nada.

Os pongo en contexto de nuestra historia. Chicago, Illinois, a orillas del lago Michigan. Hace un par de semanas pasé unos días por allí. Y qué, os preguntareis algunos. Al fin y al cabo no deja de ser otra ciudad al norte de los Estados Unidos con un clima infernal: meses de vientos, inviernos helados y primaveras lluviosas. Yo tampoco caí al principio en que el viaje que en principio era por trabajo podría convertirse en una excursión musical, pero algo de eso hubo.

Entrando en harina y haciendo un poco de historia, a principios de siglo XX. A pesar de haber perdido la guerra civil, los sudistas seguían explotando a los negros en los estados del Sur, y así seguiría durante varias décadas más. Tenemos un país donde se había necesitado una guerra para no cambiar nada en parte de su mitad sur. En esa situación, muchos negros del sur, se lanzaban a la búsqueda de una vida algo mejor -peor no podía ser- y se marchaban al norte, donde estaban las industrias y los trabajos, y se suponía que algo más de libertad para los ahora denominados afroamericanos. Qué palabra más fea...

Si uno se da cuenta, no queda tan lejos. Desde los estados del sur (Louisiana, Mississippi, Alabama) hasta las industriosas ciudades del norte (Detroit, Chicago, Cleveland, Indiana) no hay tanto trecho. Según Google Maps, doce días si se anda sin parar...

http://maps.google.es/maps?f=d&source=s_d&saddr=New+Orleans,+LA,+United+States&daddr=Chicago,+Illinois,+United+States&hl=es&geocode=FbI5yQEd5KGh-illghGyVKQghjG00yJe6FsG2w%3BFWICfwIdGuDG-inty_TQPCwOiDEAwMAJrabgrw&mra=ltm&dirflg=w&sll=35.924645,-89.077148&sspn=20.092006,35.90332&ie=UTF8&ll=35.924645,-88.901367&spn=20.092006,35.90332&z=5

No cerréis el mapa. Va a hacer falta...

¿Y qué tiene que ver todo esto con la música? Si uno busca un poco se da cuenta de que esa misma ruta migratoria la siguieron también muchos bluesmen, que buscaban otros lugares donde poder ganarse la vida con su música. Se fueron a diferentes lugares del estos estados del norte. Entre esos lugares estaba Chicago, que acabó siendo su destino favorito. No sólo se fueron a Chicago a tocar blues, sino que allí su música se refinó y mutó: se afinó el sonido, se electrificó, se acompañó con Big Bands...así nació el Chicago Blues. Y en ese Chicago blues es en el que acabamos sumergidos ese fin de semana.

La primera noche estuvimos en un club llamado Buddy Guy´s Legends (http://www.buddyguys.com/). En principio el sitio promete. Abierto desde 1989, aquí ha tocado gente como Van Morrison, Willie Dixon, Albert Collins, Bo Diddley, The Rolling Stones, The Black Crowes, Dr. John, Lou Rawls, David Bowie, ZZ Top, Junior Wells, Slash, John Mayer, Stevie Ray Vaughan, Greg Allman. Vamos, acojonante. Una pena que el cartel esta noche fuera tirando a flojito.

En primer lugar actuaron los The Screamin' End (thescreaminend.tripod.com/). Imaginaos al padre de Bono tocando en una banda de rockabilly de barrio...pues así de raros eran los The Screamin' End. Después apareció la Jimmie Burns Band (www.jimmyburnsband.com/), un bluesman negro de los de toda la vida, con su traje de raya diplomática, sombrero y sudando tinta china durante la actuación. Éste estuvo mejor con su blues eléctrico, pero nada del otro jueves. El sitio estaba bastante mejor que los grupos, la verdad.

Y la segunda y última noche nos acercamos a otro garito legendario en la ciudad: Kingstone Mines (http://www.kingstonmines.com/). El concepto del sitio es interesante. Tiene dos escenarios en dos salas separadas, y grupos tocando alternativamente toda la noche. Así se puede asistir a un concierto y después tomar algo tranquilamente sin tener música martilleándote toda la noche. Ahí vimos a una tal Joanna Connor (www.joannaconnorband.com/), una mujer de unos 100 Kg., con su camisa de leñador, pero que tocaba y cantaba de estupendamente, muy a lo Gary Moore en su primer disco de blues. Muy, muy  recomendable. Alternando, en la otra sala tocó un tal Billy Branch (home.comcast.net/~billybranch/). No le hicimos mucho caso, la verdad. Estábamos muy ocupados defendiéndonos de una montaña de nachos y de otra de costillas que nos atacaba por los flancos. Unas cuantas cervezas y todo resuelto. Joanna volvió a deleitarnos un rato  y nos fuimos a casa con buen sabor de boca.

jueves, 3 de marzo de 2011

El 2011 se pone interesante.

Después de matar la música la semana pasada, me lo he pensado mejor y creo que la voy a dejar vivir hasta el año que viene, y es que para este 2011 hay discos anunciados de tantos grupos que me gustan que la temporada va se plantea como muy interesante. Entre otros, y sujeto a actualizaciones:

- Vetusta Morla
- Devin Townsend
- Symphony X
- Protest the Hero
- Dream Theater
- Rush
- Machine Head
- Primus 
- Los Chichos
Si Rachmaninov sacase un nuevo concierto para piano y la Creedence otro disco (¿?), sería un año perfecto en cuanto a novedades. Por cierto, Rush se retiran y como nunca han estado en España y el del 2011 es su último tour (ya veremos!) nos vamos a Dublín a verlos.

(Actualización 15/03) Y voy a ir añadiendo más:
- Allan Holdsworth grabará esta primavera del 2011. 
(Actualización 23/04)
- El disco de Protest The Hero salió en Marzo. 
- Machine Head ya están en el estudio grabando demos.
- El nuevo de Symphony X sale en Junio. Confirmado.
Qué nervios!

lunes, 21 de febrero de 2011

El final de la música (sic)

Lo primero de todo, aviso para navegantes: este post va a ser uno de los más peñazo...bueno no, el más pesado y árido desde que empece con el blog: Luego no digáis que no avisé.

¿No tenéis a veces la sensación de "esto ya lo he oído" cuando le echáis el guante a un CD nuevo? Sí, ya lo sé, ahora es a una descarga de iTunes o de la mula. Llamadlo como queráis. El caso es que cada vez más a menudo entre los aficionados pasa esto: llega el tedio y la sensación de que todo se repite. Y hay casos extremos en los que la gente -normalmente la más snob- dice que hace años que no se oye música nueva. Cuidado, no me refiero a instrumentaciones nuevas o de mezcla de estilos, sino de un estilo nuevo. ¿Cuanto hace que apareció el blues, el jazz o la música electrónica? Además, en los últimos tiempos parece que más que música nueva lo que aparecen son conceptos incluso más allá de lo que los mortales conocemos como música: avant-garde, ruidismo, etc... Para los puristas el resto no dejan de ser pastiches de cosas que ya existían antes.

Hace unos meses (o años!) cayó en mis manos
El Final del Arte (¡gracias, Ana!), un ensayo de un famoso crítico de arte norteamericano, Arthur C. Danto, que intentaba explicar que el arte había muerto. A ver, este tipo es un monstruo y yo no tengo ni los conocimientos ni la jeta para plantearme un trabajo así. Mi idea es mucho más modesta: ver si cabe un paralelismo entre lo que él plantea como la muerte del arte en general y lo que yo intuyo sobre la música en particular.

Quizá el titular era un poco sensacionalista, pero lo que intentaba demostrar es que nuestra capacidad de renovar el lenguaje del arte se había terminado. Su enunciado se refería a que la capacidad de evolución, de nuevas formas de representación y expresión del arte se habían agotado. No hablaba de que no hubiese más artistas o galeristas, sino de que todo lo que íbamos a ver en adelante tenía una referencia anterior, no habría ninguna producción original nunca más. Al igual que se podía hablar de una Edad del Bronce o de una Edad del Hierro habría una Edad del Arte que concluiría, según su planteamiento, durante la segunda mitad del siglo XX.

En una de estas iluminaciones que le vienen a uno mientras escucha AC/DC, se me ocurrió que este planteamiento es perfectamente aplicable al mundo de la música. Tal y como la conocemos, la historia de la música y del resto de ramas del arte tiene una evolución bien similar, al menos aparentemente: muy lineal, casi con una sola línea de estilo principal durante siglos, hasta que en el siglo XIX comenzó a dar señales de perdida de su identidad única, dando lugar a un desmembramiento y a un número de estilos y ramificaciones
que ya en el siglo XX que son prácticamente imposibles de seguir.

En su ensayo, Danto dedicaba bastante tiempo a intentar establecer lo que era el arte, la historia del arte y su objetivo, para poder ser más preciso a la hora de dictaminar su muerte. Al final, yo he entendido que la historia del arte según él se puede plantear de dos formas:

- El arte como representación: La idea más antigua es que el arte se dedicaría a representar con más o menos fidelidad la realidad, y el progreso vendría en la capacidad de los artistas de acercarse ese objetivo. Esta claro que hay una evolución en la historia: los de las cuevas de Altamira no pintaban como Velázquez, ni éste como Antonio López. Esta idea es valida hasta el siglo XX, donde los artistas comienzan a separarse de ese camino, y casi se puede decir que muere la posibilidad de contar la historia del arte así. Esta claro que para los impresionistas, abstractos y demás los tiros no van por ahí.

- El arte como expresión: Lo bueno de esta versión más moderna de lo que es la historia del arte es que cabe todo, incluida la antigua representación. Según esta definición los artistas expresan sus sentimientos, y esto pueden hacerlo basándose en objetos reales o no, y por ahí se puede encajar la historia completa. Lo malo de esta definición es que nos rompe la idea de progreso tan clara que nos daba la definición antigua, y nos deja un mundo bastante inconexo donde aunque hay una relación histórica con el pasado, las líneas no están tan claras y en algunos casos ni hay líneas. Vamos, todo es más borroso.


Bueno, ya tenemos el berenjenal que nos quería explicar Danto, o al menos lo que yo he entresacado. Según lo anterior y saltándome un montón más de explicaciones, Danto concluye explicando que el objetivo final del arte es autocontenido: es el propio conocimiento del arte. Parece una chorrada, pero tiene sentido. Si quitamos todas las capas de la cebolla: dinero, prestigio, fama... y dejamos el interés innato del artista -yo no lo soy, pero me voy a tomar la licencia- tiene que ver con la curiosidad, con la necesidad de descubrir.

Una vez alcanzado ese conocimiento por completo, deja de tener sentido y el arte muere. Muere en el sentido de que queda como algo estático, sin producir nada que no se haya hecho antes ya. Esto estaría entroncado con la idea de Hegel (qué gran partido jugó contra los filósofos griegos) y el conocimiento absoluto. Hegel decía que en algún momento la humanidad llegaría al conocimiento absoluto, y la historia terminaría ahí. La humanidad no terminaría, pero entraríamos en un periodo donde nada cambiaría: la post-historia. ¡Qué tétrico!
 
La verdad es que la definición moderna de la historia del arte nos viene mejor para explicar la muerte de la música, porque la música es sobre todo expresión. De acuerdo, hay también representación: Vivaldi y el canto de los pájaros en Las Cuatro Estaciones, o cuando los jazzeros imitan una bocina de un coche, los rockeros un tren en marcha o de otra forma Kraftwerk colocaba sonidos de coches y máquinas en Autobahn para construir su música, ¿Pero esto son excepciones, no? El 99% de la música es expresión.

Si aplicamos todo lo anterior a la música, vemos que estamos agotando los caminos de exploración. Prácticamente todo lo que se produce son revisiones de cosas que ya existen, o géneros "crossover", donde el jazz se mezcla con la música brasileña, el rap con el metal, la clásica con el folk, etc, etc, etc...Y cuando aparece algo novedoso, lo primero es que casi no nos enteramos. ¿Y por qué? Porque se ha llegado a un extremo donde ya se discute si esa nueva forma realmente es música o va más allá (me estoy acordando de John Cage y la entrada que le dediqué) de lo que entendemos como música. Para ilustrarlo, ver este temazo de Hinyouki.

Da la impresión de que estamos llegando a las últimas fronteras. No nos equivoquemos. Cuando digo género nuevo, no hablo de los cientos de pseudo-géneros de los que por ejemplo hablan DJs o metaleros, donde si el tambor suena un poco diferente ya es un género diferente. Me refiero a cosas cien por cien genuinas. Si os fijáis, hace no muchos años no se llegaba a la discusión sobre si algo era música o no. Cuando aparecieron Sex Pistols (no es un ejemplo muy bueno, pero me vale) mucha gente dijo que era una mierda, pero no se discutía sobre si era música o no, sólo sobre su calidad. Sin embargo, en la actualidad ocurre con frecuencia que en los géneros más experimentales se discute de si se trata de música o estamos hablando de otra cosa.
 
Quizá, y hablando en plata, ya nos hemos salido de la música -o estamos a punto de salirnos- por algunos lados y nos queda poco por escudriñar. Ojalá Danto se equivocase en su diagnóstico y nos queden muchos mundos por explorar cuando termine el de nuestra música. Incluso de eso hablaba Danto: ¿Y si después de acabarse el arte descubrimos otra cosa? Pues efectivamente, sería otra cosa, no arte. Y lo mismo ocurriría con la música.
 
Probablemente para que esto quedara bien fino tendría que revisarlo un par de veces, pero es tan aburrido que es que no me apetece. Se queda así. Espero que a alguien le resulte interesante.

domingo, 30 de enero de 2011

Miguel Ángel, ¿el hombre completo?

Históricamente se ha hablado siempre de Miguel Ángel como el hombre completo. Destacó en multitud de terrenos, tanto relacionados con el arte -léase pintura, escultura, poesía- como otras áreas más científicas como la arquitectura o la ingeniería. Hay que recalcar que no tuvo ninguna relevancia en el mundo de la música, al cuál nos dedicamos en este modesto blog.

El caso es que no hablamos hoy de Miguel Ángel, sino de su antídoto español: Víctor Carbajo. Autor de innumerables estudios e investigaciones en terrenos tan dispares como la música -en la que Miguel Ángel sacaba un cero, por cierto-, el dibujo, los fractales, escultura, fotografía, escritura, estudios sobre el diccionario castellano, diseño publicitario, y bueno, seguro que me dejo cosas. Vamos a ver, no voy a decir que nuestro Víctor es una eminencia mayor que Miguel Ángel, pero desde luego, el ámbito de campos en los que se ha embarcado deja asustado al más pintado.

http://www.carbajo.net/comienzo/comienzo.html

En el terreno musical -en realidad parece que se considera músico,porque se presenta como pianista y compositor- tiene multitud de piezas compuestas y creo que tres CDs publicados. Os invito a que escuchéis por lo menos Antígona, que no está nada mal.

Aparte del mundo musical, un trabajo con lo que nos hemos reído mucho por lo gracioso y lo original es con su recopilación de palíndromos españoles, muchos de ellos de su propia cosecha. Os dejo el link.


Cualquiera de ellos es bueno, y para muestra un botón:
Ranita, ¿Podrá Noel Leonardo patinar?

Espero que Victor no se moleste.

viernes, 7 de enero de 2011

Jason Becker: Una lección de voluntad

Para comenzar el año estaba pensando empezar con alguna historia que nos diese fuerza más allá de lo musical, después de un año tan flojo como 2010, y con un 2011 que no parece que vaya a ser mucho mejor. Pensando en esto me acordé de un tipo llamado Jason Becker. Hemos oído o visto músicos con diferentes tipos de taras:  compositores sordos como Beethoven, guitarristas ciegos como Jeff Healey o sin algún dedo como Django Reinhardt, baterías mancos como Rick Allen (el de Def Leppard), pero el que se lleva la palma en esto de sufrir alguna discapacidad y superarla es el bueno de Jason.

Digamos que Jason Becker fue un virtuoso que gozó de cierta fama durante finales de los 80 y principios de los 90. No fue super famoso, pero el hombre tenía su prestigio dentro del mundo del rock duro y las gentes del gremio guitarrero. Grabó discos con algún grupo de esos de melenudos peludos y en 1988, con 18 años, comenzó su carrera en solitario. Ya con 20 años, y en su momento de máximo esplendor hasta tocó en un disco de David Lee Roth, aquel tipo que cantaba eso de Jump! con Van Halen (esa canción la conocéis seguro, no pongáis caras...).

¿Hasta aquí todo muy bien, no? Justo cuando estaba preparando esa gira como miembro del grupo de David Lee Roth, comenzó a sentir como una pierna se le quedaba dormida más a menudo de lo normal. En ese año, 1990, se le diagnosticó la enfermedad de Lou Gehrig o también conocida como esclerosis lateral amiotrófica (E.L.A.). Las personas con esta enfermedad sufren atrofia progresiva de los músculos de todo el cuerpo que conduce a una parálisis total, y que culmina con la muerte del enfermo entre dos y cinco años después de comenzar a manifestarse.

Ante ese panorama, ¿Se rindió Jason? Pues os adelanto que no. Por supuesto no salió en aquella gira. Y las cosas fueron a peor. Para el año siguiente,  en 1991, ya era incapaz de tocar la guitarra en un concierto normalmente. Después fue perdiendo la capacidad para tocar la guitarra y aunque también podía tocar el teclado tuvo que ir dejándolo también. Y para 1996 era incapaz de tocar ningún instrumento musical, andar o hablar.

Antes de llegar ese momento, durante ese proceso, junto con su padre y un amigo desarrollaron un sistema que le permitía controlar un PC con el movimiento de sus ojos. Pensad que estábamos en 1995, sí, cuando salió el Windows 95. Vamos, que no debió resultar nada fácil (sería con un Mac). Con esa herramienta pudo continuar componiendo y terminar un disco en el que llevaba bastante tiempo trabajando (Perspective) desde su silla de ruedas. En la actualidad trabaja en otro disco que contendrá música compuesta por él y la guitarra tocada por amigos suyos, gente tan famosa como Joe Satriani, Steve Vai, Paul Gilbert o Marty Friedman.

Veinte años después del diagnóstico, Jason sigue vivo, se encuentra algo mejor, ha ganado peso y además de en ese nuevo disco está escribiendo un libro.
¿Esta vez no necesitamos ni poner moraleja, no?

Hay un pequeño documental sobre su historia en YouTube:

Y un vídeo de una de una gran pieza compuesta por él tocada con orquesta y todo: