martes, 17 de mayo de 2011

Sweet Home Chicago

Estoy un poco desenganchado con el blog, lo sé, pero entre unas cosas y otras, y que realmente no me venía nada que me pareciese interesante a la cabeza no me decidía a empezar nada.

Os pongo en contexto de nuestra historia. Chicago, Illinois, a orillas del lago Michigan. Hace un par de semanas pasé unos días por allí. Y qué, os preguntareis algunos. Al fin y al cabo no deja de ser otra ciudad al norte de los Estados Unidos con un clima infernal: meses de vientos, inviernos helados y primaveras lluviosas. Yo tampoco caí al principio en que el viaje que en principio era por trabajo podría convertirse en una excursión musical, pero algo de eso hubo.

Entrando en harina y haciendo un poco de historia, a principios de siglo XX. A pesar de haber perdido la guerra civil, los sudistas seguían explotando a los negros en los estados del Sur, y así seguiría durante varias décadas más. Tenemos un país donde se había necesitado una guerra para no cambiar nada en parte de su mitad sur. En esa situación, muchos negros del sur, se lanzaban a la búsqueda de una vida algo mejor -peor no podía ser- y se marchaban al norte, donde estaban las industrias y los trabajos, y se suponía que algo más de libertad para los ahora denominados afroamericanos. Qué palabra más fea...

Si uno se da cuenta, no queda tan lejos. Desde los estados del sur (Louisiana, Mississippi, Alabama) hasta las industriosas ciudades del norte (Detroit, Chicago, Cleveland, Indiana) no hay tanto trecho. Según Google Maps, doce días si se anda sin parar...

http://maps.google.es/maps?f=d&source=s_d&saddr=New+Orleans,+LA,+United+States&daddr=Chicago,+Illinois,+United+States&hl=es&geocode=FbI5yQEd5KGh-illghGyVKQghjG00yJe6FsG2w%3BFWICfwIdGuDG-inty_TQPCwOiDEAwMAJrabgrw&mra=ltm&dirflg=w&sll=35.924645,-89.077148&sspn=20.092006,35.90332&ie=UTF8&ll=35.924645,-88.901367&spn=20.092006,35.90332&z=5

No cerréis el mapa. Va a hacer falta...

¿Y qué tiene que ver todo esto con la música? Si uno busca un poco se da cuenta de que esa misma ruta migratoria la siguieron también muchos bluesmen, que buscaban otros lugares donde poder ganarse la vida con su música. Se fueron a diferentes lugares del estos estados del norte. Entre esos lugares estaba Chicago, que acabó siendo su destino favorito. No sólo se fueron a Chicago a tocar blues, sino que allí su música se refinó y mutó: se afinó el sonido, se electrificó, se acompañó con Big Bands...así nació el Chicago Blues. Y en ese Chicago blues es en el que acabamos sumergidos ese fin de semana.

La primera noche estuvimos en un club llamado Buddy Guy´s Legends (http://www.buddyguys.com/). En principio el sitio promete. Abierto desde 1989, aquí ha tocado gente como Van Morrison, Willie Dixon, Albert Collins, Bo Diddley, The Rolling Stones, The Black Crowes, Dr. John, Lou Rawls, David Bowie, ZZ Top, Junior Wells, Slash, John Mayer, Stevie Ray Vaughan, Greg Allman. Vamos, acojonante. Una pena que el cartel esta noche fuera tirando a flojito.

En primer lugar actuaron los The Screamin' End (thescreaminend.tripod.com/). Imaginaos al padre de Bono tocando en una banda de rockabilly de barrio...pues así de raros eran los The Screamin' End. Después apareció la Jimmie Burns Band (www.jimmyburnsband.com/), un bluesman negro de los de toda la vida, con su traje de raya diplomática, sombrero y sudando tinta china durante la actuación. Éste estuvo mejor con su blues eléctrico, pero nada del otro jueves. El sitio estaba bastante mejor que los grupos, la verdad.

Y la segunda y última noche nos acercamos a otro garito legendario en la ciudad: Kingstone Mines (http://www.kingstonmines.com/). El concepto del sitio es interesante. Tiene dos escenarios en dos salas separadas, y grupos tocando alternativamente toda la noche. Así se puede asistir a un concierto y después tomar algo tranquilamente sin tener música martilleándote toda la noche. Ahí vimos a una tal Joanna Connor (www.joannaconnorband.com/), una mujer de unos 100 Kg., con su camisa de leñador, pero que tocaba y cantaba de estupendamente, muy a lo Gary Moore en su primer disco de blues. Muy, muy  recomendable. Alternando, en la otra sala tocó un tal Billy Branch (home.comcast.net/~billybranch/). No le hicimos mucho caso, la verdad. Estábamos muy ocupados defendiéndonos de una montaña de nachos y de otra de costillas que nos atacaba por los flancos. Unas cuantas cervezas y todo resuelto. Joanna volvió a deleitarnos un rato  y nos fuimos a casa con buen sabor de boca.